Este conjunto de esculturas está realizado mediante el ensamblaje o asociación de distintos objetos y elementos de uso cotidiano que, o bien han sido desechados o ya no tienen una función práctica. Todos ellos se han conectado de manera azarosa y casual en un juego metafórico, dando lugar a un nuevo objeto escultórico sin una función práctica más allá que la simbólica y con una predisposición hacia la pulsión erótica y sexual o bien hacia una tendencia hacia lo tanático o pulsión de muerte.
Estos objetos escultóricos poseen una fuerte carga surrealista en donde lo erótico, lo inconsciente, lo siniestro y lo pulsional aparecen y se manifiestan libremente, mostrando un retrato interior del comportamiento humano contemporáneo. Los objetos cotidianos son máscaras que utilizamos para relacionarnos y mostrarnos públicamente para exponernos a los demás.
