Estas esculturas pertenecen a la serie llamada VANITAS, una colección en proceso de desarrollo donde las reflexiones simbólicas de la muerte (Thanatos) y la alegría de la vida (Eros) están profundamente interconectadas, dependientes pero opuestas. Toda la serie sigue la naturaleza barroca de vanitas o bodegón escultórico. Vanitas es un género artístico que enfatiza la vacuidad de la vida y la persistencia de la muerte como el fin de los placeres mundanos. Se considera un subgénero del bodegón, típicamente con un alto valor simbólico y alegórico. La palabra vanitas significa «vanidad» en latín, lo que significa la vaciedad y transitoriedad de la vida y sus placeres. El deseo por la vida está relacionado con los deseos eróticos y sexuales, el cuerpo y la carne en un sentido amplio. El marco negro alude a la muerte, que de alguna manera es la única realidad verdadera e inevitable, representando permanencia, cierre e irreversibilidad. La serie lleva los aspectos pictóricos del bodegón barroco a la escultura-collage, pero no tiene un propósito moral o religioso, sino que sirve como una reflexión sobre la transitoriedad de lo vivo.